La otitis es la inflamación del oído, sea cual sea su causa. Existen tres tipos de otitis según qué parte del oído esté afectada:
Otitis Externa: La inflamación afecta el conducto auditivo externo
Otitis Media: La zona afectada está por detrás de la membrana timpánica (donde están los huesos del oído)
Otitis Interna: La inflamación se encuentra en el oído interno o laberinto, situado dentro del hueso temporal del cráneo.
Des de la clínica veterinaria Albet, hablaremos de las otitis más frecuentes, las otitis externas.
Las otitis externas son las más habituales porque la forma del conducto auditivo externo de los animales predispone a ello. El conducto es más ancho en la zona más externa del oído y va reduciendo su tamaño conforme se acerca a la membrana timpánica. Consta de un canal vertical y un canal horizontal (veamos la imagen), así compromete su ventilación y limpieza.
Síntomas de Otitis Externa
En la mayoría de casos vemos perros que sacuden la cabeza o se rascan excesivamente las orejas y pueden lateralizarla.
Si observamos el pabellón auricular, suele estar enrojecido, inflamado e incluso puede desprender mal olor. Otras veces, lo único que observamos es un aumento de la producción de cerumen al realizar la limpieza rutinaria de orejas.
Las otitis son dolorosas, de manera que muchas veces cuando se rascan o cuando queremos mirarles las orejas, se quejan y lo rechazan.
Causas de las Otitis en mascotas
Aunque las otitis pueden afectar a cualquier perro y existen multitud de causas posibles, hay una serie de factores que pueden predisponer a sufrirlas. Los baños frecuentes, factores ambientales como el exceso o defecto de humedad, los defectos anatómicos (la presencia de tumores o nódulos en el oído, por ejemplo), algunas enfermedades metabólicas (como el hipotiroidismo), pero sobre todo la conformación de las orejas y la raza del animal, serán factores claves a tener en cuenta.
Un ejemplo muy claro es la raza Cocker Spaniel. Se trata de una de las razas más afectadas por esta patología. A parte de tener las orejas caídas (esto impide la ventilación del conducto auditivo), suelen tener muchos pelos dentro del conducto y presentan un aumento de las glándulas secretoras en el canal auditivo. Estas tres razones son suficientes como para considerarles animales de riesgo a sufrir otitis y que por lo tanto, necesitan unas curas especiales (limpiezas periódicas con limpiadores específicos y mantener las condiciones óptimas que favorezcan la ventilación).
Existen muchas causas de otitis, veamos las más habituales:
-Parásitos: Otodectes cynotis es el ácaro más frecuente. Es una otitis muy común entre los gatos y produce muchos picores. El tipo de secreción es muy parecida al poso del café.
-Alergias: ante una alergia de la piel, uno de los síntomas principales es la presencia de otitis. En este caso también tenemos en cuenta la raza del perro, ya que por ejemplo, los altos índices de atopias en los Bulldogs, hacen que sean muy propensos a sufrir otitis.
-Cuerpos extraños: Principalmente hablamos de espigas, así que estas otitis son especialmente frecuentes en primavera y verano. Durante o después del paseo, el animal sacude la cabeza y se rasca una oreja de forma exagerada. Hay que acudir rápidamente al veterinario puesto que se trata de un proceso muy doloroso y que, si no se retira el cuerpo extraño rápidamente, puede provocar infecciones y la perforación de la membrana timpánica.
-Infecciones por bacterias o por levaduras. Las levaduras más frecuentes son las malassezias y acostumbran a provocar un cerumen oscuro (de color chocolate) y de aspecto graso. En caso de infección por bacterias, la secreción es purulenta (blanca-amarillenta). Aun así, suelen ser infecciones mixtas. Las infecciones suelen ser consecuencia de la conformación del pabellón y del ambiente. Debemos tener en cuenta que el oído es una zona cálida, húmeda y con poca ventilación. Si además sabemos que ante una inflamación o infección, el oído responde con un aumento de la producción de cerumen, se crea un ambiente óptimo para el sobre crecimiento de microorganismos.
Tened presente que las otitis no tratadas correctamente pueden lesionar las partes internas del oído provocando el llamado Síndrome Vestibular que se caracteriza por falta de coordinación y equilibrio, daño del nervio facial, nistagmo y alteraciones en la marcha (animales que andan en círculos) entre otros signos.
Es importante no administrar ningún tipo de producto (ni limpiador ni tratamiento) dentro del conducto auditivo de tu mascota sin la supervisión del veterinario ya que en caso de perforación de la membrana timpánica, las consecuencias de dicha administración pueden ser fatales.
Las limpiezas periódicas de las orejas de nuestras mascotas, sobre todo de las que están predispuestos a sufrir otitis, deben de realizarse con productos específicos. Con estas limpiezas, reducimos la posibilidad de infecciones, comprobamos el estado de las orejas y podemos valorar la cantidad y tipo de secreción que están produciendo.
Para realizar la limpieza, hay que poner una cantidad generosa de limpiador especial para mascotas dentro del orificio del conducto auditivo y realizar un masaje en la base de la oreja. Para retirar la secreción y secar el pabellón auricular utilizaremos una gasa. En ningún caso se recomienda utilizar palillos para las orejas ya que podríamos lesionar el oído.
Desde la Clínica Veterinaria Albet, os recomendamos que ante cualquiera de los síntomas explicados, acudáis rápidamente al veterinario con el fin de diagnosticar y tratar correctamente la otitis de vuestra mascota.
Llámanos si tienes cualquier duda al 93 886 05 77